lunes, 22 de abril de 2013

Mosquetín


Siguiendo hacia Vimianzo y después de pasar el pueblo de Baio, nos encontramos dos interesantes alternativas turísticas: Os Batáns de Mosquetín y la Ruta dos Dolmenes.
 
El conjunto etnográfico de Mosquetín consta de molinos de agua que antiguamente servían para moler el cereal y tres batanes que se utilizaban para abatanar el lino y darle más consistencia.

 
 
 
 
El agua es un elemento esencial para el funcionamiento de estos edificios.
 



 
 
 
 
 
Los Batanes se sitúan a orillas de Río Grande y también constan de un pequeño y agradable merendero al pie del río.
 
 
 
 
 
 
Es una zona perfecta para pescar y también para pasear por la orilla del río.
 


 

Muy cerca de allí también podemos hacer la ruta de los dólmenes, aunque tengo que reconocer que están bastante dispersos y alejados unos de otros.




 

 
 
Y también a pocos minutos econtramos la Iglesia de San Fins de Castro, en la parroquia de Cesullas en el Concello de Cabana.
 

San Fins es conocido por la famosa romería del "Berro Seco", que se celebra en agosto y en la que el sacerdote después de celebrada la ceremonia da tres gritos fuertes para sacar los malos espíritus y los jóvenes la han convertido en una fiesta en honor al vino.








Un nombre peculiar

 
Si traducimos al castellano "As Torres do Allo" simplemente obtenemos como traducción "Las Torres del Ajo", y a pesar de resultar un nombre peculiar solo significa que Allo es el lugar donde se ubican dichas torres.
 
As Torres do Allo son un pazo (residencia de una familia noble) que se ecuentra en la carretera que va de Carballo a Vimianzo y en la que tomaremos un desvío a la derecha perfectamente indicado antes de llegar al pueblo de Baio.
 
 

As Torres do Allo es uno de los pazos más antiguos de Galicia, construido en la primera mitad del siglo XVI y que en la actualidad alberga el centro de interpretación de la vida palaciega de la época.
 
 



 
 
En el exterior podemos observar los hórreos típicos de la zona.
 





En el interior podemos observar la lareira y elementos típicos de la vida rural gallega.
 
 



La visita al pazo es bastante rápida, como mucho puede llevar una hora, con lo cual resulta ideal si se va de paso por la zona o también si se realiza como parte de un recorrido con más puntos de interés.